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Proyecto de Laguna de Micos y la Destrucción Ambiental


El gobierno hondureño dispuso construir un megaproyecto turístico en la Bahía de Tela. La Laguna de Micos forma parte del Convenio sobre Humedales (RAMSAR) y está registrada con el #722. Esta laguna pertenece al hábitat funcional de las comunidades garífunas de Miami, Tornabe y San Juan, siendo utilizada de forma racional por nuestra población, la cual obtiene parte de su sustento de dichas lagunas. En las últimas décadas los humedales de la Laguna de Micos y Quemada pasaron a conformar el área de reserva, situación que implicó sacrificios para los garífunas de la zona, los que fueron obligados a cumplir a cabalidad una serie de reglamentos reflejados en el plan de manejo de PROLANSATE.


La fragilidad ambiental de los ecosistemas costeros y marítimos de la costa norte de Honduras, no es una de las mayores preocupaciones de la elite de poder encargada de manejar el país y mucho menos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) el cual financio parte de la infraestructura del megaproyecto turístico conocido como Laguna de Micos.


A pesar de las severas advertencias que salieron a flote en la respuesta efectuada por La Fundación para la Protección de Lancetilla, Punta Sal y Texiguat, conocida como PROLANSATE - en donde señalan las incongruencias técnicas del documento denominado Evaluación Impacto Ambiental Proyecto “Los Micos Beach & Golf Resort”, presentado por el Instituto Hondureño de Turismo (IHT) y elaborado por la empresa de servicios ECOMAC-CINSA bajo el Expediente SERNA No. 220-A-96 - los funcionarios estatales, de organismos internacionales y empresarios prosiguen a toda costa con la ejecución de un proyecto ecológicamente insostenible.


La decisión de construir un proyecto de turismo de enclave en la zona se remonta a comienzos de la década de los años 90, durante la administración de Rafael Callejas. Fue cuando el Estado de Honduras procedió a expropiar terrenos de la comunidad de Tornabe, que posteriormente les fueron acreditadas durante el gobierno de Ricardo Maduro a empresarios ligados a los partidos políticos tradicionales.


La construcción del proyecto contempla, entre otras cosas, un relleno de 87.5 hectáreas, que contribuirá a una degradación de la laguna con consecuencias ecológicas incalculables, que no pueden equipararse a los supuestos beneficios económicos que recabará el turismo de enclave.


La posible destrucción de los bancos coralinos localizados frente a los 3,2 kilómetros de la playa de la Bahía de Tela, en los cuales pretenden construir el "emporio" de turismo de enclave, denominado Laguna de Micos & Beach Resort, no es más que una muestra de la falta de seriedad del estudio de impacto ambiental del proyecto. El estudio omitió la presencia de los bancos coralinos - conocidos por los habitantes de la zona - y que ahora el Fondo Hondureño de Inversión en Turismo (FITH) declara el hecho como novedoso.


Según la versión rendida al diario El Tiempo por el Sr. Juan Canahuati (13 de septiembre de 2007) asevera que tanto los inversionistas como el gobierno desconocían el hecho. El gobierno previamente había autorizado dragar la zona para el relleno de las 316 hectáreas del humedal que ocupará el proyecto, sin embargo existe un estudio de batimetría realizado en el año 1997, con fondos de la AID y la Fundación VIDA, el cual ubica claramente la existencia de los bancos coralinos.


Los bancos coralinos en cuestión forman parte del Sistema de Arrecifal Mesoamericano (SAM) y se obvió su existencia en el Estudio de Impacto Ambiental. Sin embargo el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) optó por ignorar las críticas que los ambientalistas habían señalado, a las deficiencias del estudio de impacto ambiental, y procedieron a desembolsar el préstamo con que se involucraron en uno de los proyectos más destructivos del medio ambiente, que se está fraguando bajo la rubrica del Plan Puebla Panamá.


Ya hemos sido testigos de la gran destrucción que se esta desarrollando en la Bahía de Tela, dado que para la construcción del campo de Golf, se están destruyendo los manglares y todas aquellas frutas y árboles que han servido históricamente como la barrera natural de protección para frenar la sedimentación.


Lamentablemente, algunos líderes y dirigentes de una de las comunidades Garifunas de la zona de Tela, (Tornabe) se ha dejado deslumbrar por la promesa de que serán socios en este megaproyecto y el gobierno les entregará un fidecomiso para que accedan a ser socios, nada más ilusorio.

satuye